La exploración del término mecanismos de defensa se remonta a los inicios del psicoanálisis y se refiere a un grupo de respuestas psíquicas relacionadas con la forma de tramitar las experiencias o sensaciones que surgen en la relación con el mundo y consigo mismo.
Es preciso destacar que si bien los mecanismos de defensa nacen en el psicoanálisis, su estudio y aplicación han tenido importantes repercusiones en diferentes corrientes psicológicas.
Como todas las condiciones mentales de los seres humanos, los mecanismos de defensa hacen parte de la batería de respuestas humanas que buscan su supervivencia, sin embargo en una medida desproporcionada pueden llegar a ser un inconveniente para la salud mental de la persona.
¿Qué son los mecanismos de defensa?
Los mecanismos de defensa son un grupo de estrategias psicológicas que se desarrollan en un nivel inconsciente del ser y que se erigen como las barreras del ego para su propia protección.
Es importante resaltar que dichos mecanismos de defensa cumplen su función a cabalidad siempre y cuando el ego se encuentre adecuadamente balanceado, de lo contrario los mecanismos de defensa se pueden convertir en la respuesta predeterminada de la conciencia impidiendo el libre desarrollo del ser.
¿Cómo funcionan los mecanismos de defensa?
Los mecanismos de defensa intervienen los propios pensamientos de manera inconsciente evitando el surgimiento de la angustia o la ansiedad, usualmente sensaciones ligadas a un potencial estallido pulsional relacionado con sexualidad o agresividad.
Podríamos decir también que dichos mecanismos son posturas asumidas por el yo tratando de dar continuidad al principio de placer del ello pero sin dejar de cumplir los preceptos morales del superyó. Es por este conflicto estructural que los mecanismos de defensa no en todos los casos resultan positivos y que de hecho en ocasiones son estos los que aportan en gran medida a la aparición de la angustia que en principio deberían evitar.
Tipos de mecanismos de defensa
En la teoría original psicoanalítica se nombraron inicialmente 15 tipos de mecanismos de defensa, pero con el pasar del tiempo y las diferentes críticas y avances de la teoría hoy en día se resaltan principalmente 10 de estos mecanismos. A continuación mencionaremos cada uno de ellos tratando de hacer lo más explícita posible su condición y naturaleza.
Desplazamiento
El desplazamiento es un mecanismo de defensa que desvía la pulsión a un foco diferente que el objeto de satisfacción original. El desplazamiento desde el psicoanálisis puede resultar efectivo en algunas ocasiones para evitar emociones complicadas pero puede convertirse en un serio problema si es el mecanismo por excelencia para la resolución de conflictos.
Por ejemplo, un hombre que sufre abuso por parte de su jefe, de momento se molesta pero no se le pasa por la mente gritarle o ser grosero de ningún modo, sin embargo tiene una relación familiar problemática con fuertes peleas constantemente.
Sublimación
La sublimación resulta bastante similar en su base a las respuestas ocasionadas por el desplazamiento, la diferencia radica en que la sublimación suele darse de manera directa, y en la mayoría de los casos. consciente de la acción.
La sublimación juega un papel bastante importante en la creación artística y político-intelectual puesto que las pulsiones sexuales y agresivas son perfecto campo de cultivo para ser sublimadas de manera creativa y revolucionaria.
Proyección
La proyección es un mecanismo de defensa que nos habla de un
direccionamiento directo pero inconsciente de las pulsiones internas, hacia objetos o personas externas. En otras palabras es poner en otros o en algún objeto o situación pensamientos que están en lo profundo de nosotros.
Podríamos citar varios ejemplos de proyección relacionados con los prejuicios de todo tipo, aunque de manera consciente la persona no se considere regionalista o racista. Por otro lado, la proyección es el miedo a la pulsión misma,así si desconfio que mi socio me puede robar o que mi pareja me puede engañar, es posible que sea una proyección de las propias pulsiones de posesión y sexuales.
Represión
La represión es uno de los mecanismos de defensa sobre los que más se ha trabajado, no solo por ser el primero en ser descrito y trabajado por el padre del psicoanálisis, sino por su gran relevancia en procesos relacionados a traumas y conductas supuestamente inexplicables del ser.
La represión es una estrategia del inconsciente para evitar la angustia causada por sucesos traumáticos suprimiendo la información relativa al suceso de nuestro pensamiento consciente y relegando esta a lo más profundo del inconsciente.
Duelos tempranos o abuso durante la niñez o adolescencia suelen ser los ejemplos más comunes, el ego crea una barrera que impide a esas memorias emerger y de este modo evita la carga de angustia que produjo el suceso en el momento en que ocurrió.
Negación
La negación en cierto sentido opera de manera parecida a la represión, la gran diferencia consiste en el consumo de energía para lograr el cometido, mientras en la represión el contenido se encuentra sepultado en lo profundo del inconsciente, en la negación el contenido oculto se encuentra en las capas más superficiales del inconsciente y realiza constantes esfuerzos por emerger lo que demanda al ego un mayor esfuerzo para mantener dicho contenido fuera de la consciencia.
Un claro ejemplo de esto son las personas que niegan constantemente sus emociones para no verse afectadas por la reflexión en torno a sus estados internos. Una persona puede mantenerse en negación durante largos periodos de tiempo antes de que esto pueda volverse realmente problemático.
Regresión
La regresión como su nombre lo indica es un mecanismo de defensa a través del cual el ego regresa a diferentes puntos del desarrollo emocional para protegerse ante su propia opinión moral o ante los ojos del mundo.
Un ejemplo positivo de este mecanismo se da cuando un adulto se encuentra en una actividad recreativa y libera su parte más juguetona e infantil, un ejemplo negativo se da cuando el ego regresa a una posición inmadura para evitar consecuencias de sus acciones de adulto.
Formación reactiva
Se entiende por formación reactiva a la respuesta psíquica que crea mecanismos de defensa opuestos a la satisfacción de un deseo que puede resultar vergonzoso o doloroso en sí mismo.
Podemos resaltar claramente el caso de aquel que reprime su deseo de ensuciarse o que considera la sexualidad algo sucio y por tanto deja estos deseos sepultados en el inconsciente creando una formación reactiva que lo lleva a una obsesión por el aseo y la limpieza e incluso asco ante el acto sexual.
Aislamiento
Este mecanismo de defensa resulta bastante particular en cuanto a sus mecanismos psíquicos,en el aislamiento no es la fuente de la emoción las que se separa de la consciencia sino la emoción misma es la que resulta confinada al inconsciente.
Un ejemplo de esto se da en personas que han vivido sucesos traumáticos fuertes pero relatan los hechos con total naturalidad, sin que se dejen ver rastros de ansiedad o incomodidad. En cierto sentido este mecanismo es bastante eficiente para tramitar acontecimientos complicados para nuestro ego, puesto que en la medida en que se pueda pensar el hecho aparte de la emoción se establece un terreno propicio para el diálogo interno.
Condensación
La condensación es un mecanismo de defensa usualmente asociado al contenido del inconsciente en su forma automática, es decir, a las conclusiones que se sacan a nivel inconsciente, se puede decir que la condensación establece un diálogo interno mediado por información cifrada.
Por ejemplo la condensación en los sueños se refiere a que varios elementos confluyen en símbolos que pueden representarse de manera muy variada, como esa casa desconocida del sueño en la que había habitaciones de otra casa conocida por el consciente y que al salir está ubicada en un lugar que conoces bien.
Por otro lado el ejemplo a nivel consciente se da del mismo modo, un solo símbolo, por ejemplo un compañero de trabajo molesto, parece ser el elemento que nos incomoda de ese espacio, pero puede ser solo el punto en el que se condensan una gran variedad de elementos molestos, como los horarios, los jefes, etc.
Racionalización
En este mecanismo de defensa se usa la razón para evitar lidiar con las emociones que pueden molestar al ego.La racionalización permite ocultar las emociones bajo montones de argumentos a fin de no tener que trabajar las sensaciones resultantes de una situación.
De este modo la persona siempre llega a conclusiones favorables para el ego, por ejemplo un trabajador que tiene bajo rendimiento y resulta despedido, racionaliza el acto y piensa por ejemplo que el despido es algo injusto o incluso positivo pues no le están dando el valor que se merece.
¿Cuándo usar los mecanismos de defensa?
Es importante indicar que todos los mecanismos de defensa en su forma primitiva se activan de manera inconsciente, pero es posible llegar a tomar provecho de estos de manera consciente.
Para lograr esto lo primero es conocer cuáles son y cómo funcionan, de este modo puedes empezar a trabajar en aquellos que puedan resultar más provechosos para tu situación actual.
Te recomendamos guardar este artículo y revisarlo en ocasiones, puesto que tu situación puede ir cambiando y necesitarás estar alerta a cuál puede resultar más adecuado.
Por otro lado, debes tener en cuenta que el uso de los mecanismos de defensa solo es útil en la medida en que tramites también las emociones ligadas a cada situación, es decir, que estas estrategias de afrontamiento dejan de ser efectivas si son la reacción común ante cada situación impidiéndote sentir realmente.
¿Cómo superar los mecanismos de defensa?
En caso que los mecanismos de defensa hayan tomado el control de diferentes aspectos de tu vida pueden estar cumpliendo una función contraria en vez de evitar emociones negativas empiezan a generarlas.
En la teoría freudiana precisamente el análisis es la herramienta por excelencia para reconocer y superar problemas relacionados con los mecanismos de defensa, de este modo tras la exploración de los contenidos conscientes e inconscientes puede llegar a identificarse el mecanismo problemático y a superarlo trabajando directamente en la situación y emoción que el mecanismo está llevando fuera de balance.
Conclusión: La importancia de reconocer y trabajar en los mecanismos de defensa
A modo de cierre podemos decir que los mecanismos de defensa como todos los elementos que conforman el ser son solo herramientas nobles que no resultan ni buenas ni malas en su propia esencia, de este modo el reconocer cada uno de estos y como están obrando en nuestra forma de entender el mundo y de actuar resulta indispensable para trabajar en sacar el mayor provecho de los mismos.
Para lograr el mejor balance posible entre nuestros mecanismos de defensa y nuestro diario vivir, es importante trabajar de manera directa en nuestra salud mental, en los casos más problemáticos es preciso buscar un especialista, pero en cualquier caso puede ser importante dar un primer paso, por ejemplo usando la tecnología disponible actualmente en el mercado, como Psiconnea es una APP que usa inteligencia artificial y una gran biblioteca de datos psicológicos para ayudarte a reconocer tu estado mental actual y entrega no solo unos resultados claros sino también una serie de estrategias para trabajar en tu armonía y balance. En los casos más problemáticos la APP te recomendará acudir con un profesional en el tema.